PAAROOO!!!!!!!!!!!!!!
Suena el timbre de la unidad de reanimación, paciente de 60 años, en paro cardiorrespiratorio, llego con otro R1, chequeamos el ritmo cardiaco, pupilas reactivas, mientras la enfermera confirma las funciones vitales y arrancamos el protocolo de RCP (reanimación cardiopulmonar)
Mas de 10 minutos después, el paciente está intubado, con electrodos, recibiendo ventilación asistida y masaje cardiaco, sale a taquicardia ventricular (arritmia maligna), recibe desfibrilación y sale a ritmo sinusal, (ritmo cardiaco normal)
Llega el asistente y le informo que el paciente llegó sin ritmo cardiaco, me mira con cara de – ¿y porqué lo has hecho?-, le cuento que todavía había función cerebral y me mira como quien no se cree el cuento.
Chequeo sus pupilas, siguen reactivas, sin embargo no responde a los estímulos y no respira espontáneamente.
En ese momento se te queda la mente con una sola idea, -tiene que mejorar en las próximas horas, tiene que salir de esta-.
El paciente fue traído por su hijo por perdida de conciencia súbita, vive justo frente al Hospital y el carro estaba en la puerta de la casa, según pude averiguar después, no tenia ni tres minutos del episodio, y cuando entró, nosotros llegamos y actuamos en menos de 30 segundos, esto significa que estuvimos dentro del tiempo para salvar su función cerebral, el cuadro posiblemente se debió a un infarto.
Sin embargo, en las siguientes 24 horas, no llegó a recuperar la función cerebral completamente, aunque recuperó la ventilación espontánea, abría los ojos, respondía con la mirada, y durante su estancia en Cuidados Intensivos mejoró un poco mas, no se restableció completamente, al final la familia se lo llevó, aunque agradecida, en condiciones de dependencia total, yo me quedé con la espina y un muy mal sabor de boca de ese resultado final.
Generalmente, cuando recuerdo mis años de residente, casi no recuerdo los casos que se fueron de alta felices, sino los pacientes que se perdieron en esos tres años, debido a muchas causas, poco menos de la mitad de ellas fueron por falta de dinero o por razones extramédicas, como abandono social.
Sin embargo, el caso de este señor siempre lo consideré muy especial, llegó en mi ultimo mes de R1, ya era un experto intubando y manejando el protocolo de paro, le dimos con todo lo que tuvimos, y sin embargo no funcionó…está también la opinión de mi asistente, que prácticamente me dijo que con su experiencia, talvez no hubiera actuado de la forma tan impulsiva como nos mandamos nosotros, y me lo dijo muy sutilmente: -Nam, si algún día yo llego así a Emergencia, no me saques del paro, déjame nomás.-
En ese umbral entre la vida y la muerte, donde la ética, la ley, el sentido común, la moral, la religión y no se qué mas se debaten eternamente, siempre habrán opiniones divididas, nunca encontraremos a alguien que te diga, estuvo bien, o sabes que.. la cag&%te, porque no hay limites claros, y creo que nunca los habrá.
A veces me encuentro en mi balcón, mientras intento olvidarme de la rutina, de los más de 3000 ideogramas que me tengo que aprender, de los protocolos de investigación cardiovasculares y en lugar de poner mi mente en blanco, ésta me traiciona, me asaltan los recuerdos, y con frecuencia este paciente viene a mi memoria
-¿Lo haría de nuevo?- Es la pregunta que me hago siempre….
No sé si aun me falta mucha experiencia para entenderlo, no sé si mi opinión cambiará conforme pasen los años, ni si se presentará esta misma oportunidad alguna vez.
Lo único que sé es que siempre, por más pequeña que sea, existe una posibilidad de éxito, de remediar el dolor y de ayudar a un ser humano.
Por esa sola razón, hasta ahora, mi respuesta siempre ha sido….si, lo volvería a hacer.
Suena el timbre de la unidad de reanimación, paciente de 60 años, en paro cardiorrespiratorio, llego con otro R1, chequeamos el ritmo cardiaco, pupilas reactivas, mientras la enfermera confirma las funciones vitales y arrancamos el protocolo de RCP (reanimación cardiopulmonar)
Mas de 10 minutos después, el paciente está intubado, con electrodos, recibiendo ventilación asistida y masaje cardiaco, sale a taquicardia ventricular (arritmia maligna), recibe desfibrilación y sale a ritmo sinusal, (ritmo cardiaco normal)
Llega el asistente y le informo que el paciente llegó sin ritmo cardiaco, me mira con cara de – ¿y porqué lo has hecho?-, le cuento que todavía había función cerebral y me mira como quien no se cree el cuento.
Chequeo sus pupilas, siguen reactivas, sin embargo no responde a los estímulos y no respira espontáneamente.
En ese momento se te queda la mente con una sola idea, -tiene que mejorar en las próximas horas, tiene que salir de esta-.
El paciente fue traído por su hijo por perdida de conciencia súbita, vive justo frente al Hospital y el carro estaba en la puerta de la casa, según pude averiguar después, no tenia ni tres minutos del episodio, y cuando entró, nosotros llegamos y actuamos en menos de 30 segundos, esto significa que estuvimos dentro del tiempo para salvar su función cerebral, el cuadro posiblemente se debió a un infarto.
Sin embargo, en las siguientes 24 horas, no llegó a recuperar la función cerebral completamente, aunque recuperó la ventilación espontánea, abría los ojos, respondía con la mirada, y durante su estancia en Cuidados Intensivos mejoró un poco mas, no se restableció completamente, al final la familia se lo llevó, aunque agradecida, en condiciones de dependencia total, yo me quedé con la espina y un muy mal sabor de boca de ese resultado final.
Generalmente, cuando recuerdo mis años de residente, casi no recuerdo los casos que se fueron de alta felices, sino los pacientes que se perdieron en esos tres años, debido a muchas causas, poco menos de la mitad de ellas fueron por falta de dinero o por razones extramédicas, como abandono social.
Sin embargo, el caso de este señor siempre lo consideré muy especial, llegó en mi ultimo mes de R1, ya era un experto intubando y manejando el protocolo de paro, le dimos con todo lo que tuvimos, y sin embargo no funcionó…está también la opinión de mi asistente, que prácticamente me dijo que con su experiencia, talvez no hubiera actuado de la forma tan impulsiva como nos mandamos nosotros, y me lo dijo muy sutilmente: -Nam, si algún día yo llego así a Emergencia, no me saques del paro, déjame nomás.-
En ese umbral entre la vida y la muerte, donde la ética, la ley, el sentido común, la moral, la religión y no se qué mas se debaten eternamente, siempre habrán opiniones divididas, nunca encontraremos a alguien que te diga, estuvo bien, o sabes que.. la cag&%te, porque no hay limites claros, y creo que nunca los habrá.
A veces me encuentro en mi balcón, mientras intento olvidarme de la rutina, de los más de 3000 ideogramas que me tengo que aprender, de los protocolos de investigación cardiovasculares y en lugar de poner mi mente en blanco, ésta me traiciona, me asaltan los recuerdos, y con frecuencia este paciente viene a mi memoria
-¿Lo haría de nuevo?- Es la pregunta que me hago siempre….
No sé si aun me falta mucha experiencia para entenderlo, no sé si mi opinión cambiará conforme pasen los años, ni si se presentará esta misma oportunidad alguna vez.
Lo único que sé es que siempre, por más pequeña que sea, existe una posibilidad de éxito, de remediar el dolor y de ayudar a un ser humano.
Por esa sola razón, hasta ahora, mi respuesta siempre ha sido….si, lo volvería a hacer.
4 comentarios:
Realmente se ve que eres un buen médico, no de esos que solo cobran para llenarse los bolsillos. Te felicito de verdad. Y bueno, que decirte, las opiniones son muchas así como los cerebros. SUERTE!!! :)
Vivir con calidad de vida, sin tener que ser un peso para la sociedad,para la familia y para uno mismo. Las habilidades de las personas que trabajan en salud y que involucran a los seres humanos son fortalezas que uno debe reforzar para mejorar la calidad de vida dentro de las posibilidades, sin tener que ser carga o dependecia.
angel/diablo:Gracias por tus palabras, aunque es bueno tambien tener bienestar económico, nunca se debe perder el horizonte.
amigo(a) anónimo(a): de acuerdo contigo, la calidad de vida es lo mas importante que debemos otorgarle a un paciente, el problema es el momento de la decisión de un paciente tan difícil como este, ya que se debe tomar en un segundo.
Ana Lucía: Gracias. No es porque yo sea médico y peruano, pero la reputación de los médicos peruanos en el exterior no es mala, aún cuando cada vez hay mas médicos peruanos afuera, mas del 30% de mi promoción esta en los EEUU, y de mi promoción de residentes, los 3 internistas hemos emigrado.
Ello no significa que nos vayamos a olvidar de donde hemos venido y la razón por la que hemos llegado hasta aquí, el Perú siempre ha sido parte nuestra y lo seguirá siendo.
Claro que puedes hacer cualquier pregunta, si esta dentro de mis posibilidades ayudarte lo haré con mucho gusto.
Oye que pena la historia que cuentas... pero la familia seguro quedo agradecida, porque asi es nuestros Peru... en cambio aqui, la respuesta es "de algo hay que morir"... es que aqui el enfermo le cuesta a la seguridad social. Y si, los medicos peruanos somos LO MAXIMO.
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