Ayer en el Messenger me encontré con un antiguo interno, después de conversar un rato acerca de sus planes y de mi estancia aquí en Japón, nos pusimos a recordar algunas anécdotas de su época de interno, en un momento me pregunta, ¿Y qué fue de La Luz?, refiriéndose a un compañero mío de promoción en Pre-grado y también en la residencia, un personaje bastante pintoresco, la verdad es que hacía un buen tiempo no me acordaba de él, sé que se fue a los Estados Unidos hace unos meses, pero no he tenido contacto con él desde la Navidad pasada, cuando nos enviamos saludos por mail.
Y me quedé pensando en que muy poca gente sabe porqué le decimos La Luz; la mayoría cree que es porque el tipo la rompe, fue uno de los primeros en mi promoción, y es realmente muy bueno manejando pacientes, y probablemente se sepa el Harrison (La Biblia de la Medicina Interna) al revés y al derecho, sin embargo, la razón es otra.
Resulta que, cuando se ingresa a la residencia como R1, habitualmente los R2 y R3 nos hacen notar de muchas maneras quién es el que manda, la línea jerárquica está bastante definida, y más en mi Hospital. Una de las maneras es reventarte a preguntas sobre tu paciente, pero no preguntas generales, sino preguntas rebuscadas, para que caigas y te den con palo sin misericordia, y así aprendes a defenderte y a prepararte para maltratar el año próximo a los incautos que vengan igual que uno.
Sin embargo, en el caso de mi amigo, era muy difícil que lo lleguen a maltratar, los R2 no podían, y los R3 que más sabían le tenían respeto, aunque supieran más que él.
Todo esto, sumado al hecho que le encanta leer a Nietzche, derivó en que su personalidad narcisista se elevara a la enésima potencia (realmente era muy gracioso escucharlo hablar, yo era uno de los pocos, según él, con quien podía mantener una conversación normal)
No me malinterpreten, es una buena persona, y con los pacientes se porta de maravillas, es más, sus pacientes en el residentado lo adoraban, pero realmente escucharlo hablar es para morirse de risa, una vez que lo conoces.
Corría el verano del 2003, y éramos compañeros residentes en un piso con 15 camas, nuestro equipo constaba de los dos residentes de primero, una interna y 2 externos (los tres ahora en los EEUU).
Había una paciente que presentaba un cuadro de ascitis (acumulación de líquido en la cavidad abdominal, por fuera de las vísceras, como consecuencia de múltiples problemas, uno de ellos es el hepático) y había que drenar el líquido con un procedimiento bastante simple que se llama paracentesis evacuatoria, el cual consiste en drenar insertando en el abdomen una aguja revestida de plástico conectada a un circuito cerrado estéril, una cantidad de líquido suficiente para que la paciente esté más cómoda.
Nuestra externa no había realizado nunca una paracentesis, así que mi amigo le dijo que él la podía guiar e iba a supervisar el procedimiento, que ya había sido consentido por la señora, una vez acordado eso, fueron a ver a la paciente.
Al rato se escucha un –No!!, no quiero!!- era la externa
Y nos acercamos a ver que pasaba…
La externa estaba en pleno procedimiento avanzando lentamente y mi amigo le decía –Entra más, sin miedo!!, Hazme caso!!- y la externa la decía que no, y avanzaba lentamente.
En eso me acerqué y le dije a la externa sin gritarle –XXXXX(nombre), entra nomás, hay un montón de líquido, no pasa nada-
Mientras mi amigo comenzó a hablar en medio de la habitación (habitación de 6 pacientes, o sea aparte de nosotros hay 6 testigos más)
La Luz: -Pucha, que falta de confianza, me haces acordar a la Biblia-
Todos:¿?
La Luz: Claro, cuando Jesús se fue con los apóstoles al lago y comenzó a llover, y la barca se empezó a hundir, y los apóstoles dijeron, Jesús, ayúdanos!!
Todos: ¿?
La Luz: Y entonces Jesús se despertó y detuvo la lluvia y les dijo, Si están conmigo, a qué le temen?
Interna: Oye, no te atrevas…….
La Luz: Igual a ti te digo (Dirigiéndose a la externa, que felizmente ya había conseguido sacar líquido y había asegurado el drenaje)….si estás conmigo, a qué le temes?
Obviamente la reacción fue salir del cuarto en ese momento, yo no me aguantaba la risa, la interna estaba indignada “Que horror, no puedo creerlo, aún siendo tú no pensé que te ibas a atrever”y el otro externo estaba llorando de risa, lo que recuerdo de las pacientes en ese momento era que lo miraban y tenían cara de no creer lo que estaban escuchando.
Ese episodio fue inmortalizado en la bitácora personal de mi externo, y propagado rápidamente entre los residentes, mientras, mi buen amigo permaneció inmutable a las bromas y cuando le preguntaban se daba la razón (aunque yo creo que esto último era mas por seguir la broma)
Todo ese año le pusieron como chapa “Jesús”, al poco tiempo fue “Jesús, La Luz”, y al final quedó como “La Luz”.
La última vez que recordamos eso fue cuando me despedí de él, antes de venir a Japón.
-Oye, ¿Te acuerdas de la parábola de la paracentesis?-
Sin esbozar una sonrisa, me contestó, -Es que, Nam, estos muchachos no tienen fe pues-
Y me quedé pensando en que muy poca gente sabe porqué le decimos La Luz; la mayoría cree que es porque el tipo la rompe, fue uno de los primeros en mi promoción, y es realmente muy bueno manejando pacientes, y probablemente se sepa el Harrison (La Biblia de la Medicina Interna) al revés y al derecho, sin embargo, la razón es otra.
Resulta que, cuando se ingresa a la residencia como R1, habitualmente los R2 y R3 nos hacen notar de muchas maneras quién es el que manda, la línea jerárquica está bastante definida, y más en mi Hospital. Una de las maneras es reventarte a preguntas sobre tu paciente, pero no preguntas generales, sino preguntas rebuscadas, para que caigas y te den con palo sin misericordia, y así aprendes a defenderte y a prepararte para maltratar el año próximo a los incautos que vengan igual que uno.
Sin embargo, en el caso de mi amigo, era muy difícil que lo lleguen a maltratar, los R2 no podían, y los R3 que más sabían le tenían respeto, aunque supieran más que él.
Todo esto, sumado al hecho que le encanta leer a Nietzche, derivó en que su personalidad narcisista se elevara a la enésima potencia (realmente era muy gracioso escucharlo hablar, yo era uno de los pocos, según él, con quien podía mantener una conversación normal)
No me malinterpreten, es una buena persona, y con los pacientes se porta de maravillas, es más, sus pacientes en el residentado lo adoraban, pero realmente escucharlo hablar es para morirse de risa, una vez que lo conoces.
Corría el verano del 2003, y éramos compañeros residentes en un piso con 15 camas, nuestro equipo constaba de los dos residentes de primero, una interna y 2 externos (los tres ahora en los EEUU).
Había una paciente que presentaba un cuadro de ascitis (acumulación de líquido en la cavidad abdominal, por fuera de las vísceras, como consecuencia de múltiples problemas, uno de ellos es el hepático) y había que drenar el líquido con un procedimiento bastante simple que se llama paracentesis evacuatoria, el cual consiste en drenar insertando en el abdomen una aguja revestida de plástico conectada a un circuito cerrado estéril, una cantidad de líquido suficiente para que la paciente esté más cómoda.
Nuestra externa no había realizado nunca una paracentesis, así que mi amigo le dijo que él la podía guiar e iba a supervisar el procedimiento, que ya había sido consentido por la señora, una vez acordado eso, fueron a ver a la paciente.
Al rato se escucha un –No!!, no quiero!!- era la externa
Y nos acercamos a ver que pasaba…
La externa estaba en pleno procedimiento avanzando lentamente y mi amigo le decía –Entra más, sin miedo!!, Hazme caso!!- y la externa la decía que no, y avanzaba lentamente.
En eso me acerqué y le dije a la externa sin gritarle –XXXXX(nombre), entra nomás, hay un montón de líquido, no pasa nada-
Mientras mi amigo comenzó a hablar en medio de la habitación (habitación de 6 pacientes, o sea aparte de nosotros hay 6 testigos más)
La Luz: -Pucha, que falta de confianza, me haces acordar a la Biblia-
Todos:¿?
La Luz: Claro, cuando Jesús se fue con los apóstoles al lago y comenzó a llover, y la barca se empezó a hundir, y los apóstoles dijeron, Jesús, ayúdanos!!
Todos: ¿?
La Luz: Y entonces Jesús se despertó y detuvo la lluvia y les dijo, Si están conmigo, a qué le temen?
Interna: Oye, no te atrevas…….
La Luz: Igual a ti te digo (Dirigiéndose a la externa, que felizmente ya había conseguido sacar líquido y había asegurado el drenaje)….si estás conmigo, a qué le temes?
Obviamente la reacción fue salir del cuarto en ese momento, yo no me aguantaba la risa, la interna estaba indignada “Que horror, no puedo creerlo, aún siendo tú no pensé que te ibas a atrever”y el otro externo estaba llorando de risa, lo que recuerdo de las pacientes en ese momento era que lo miraban y tenían cara de no creer lo que estaban escuchando.
Ese episodio fue inmortalizado en la bitácora personal de mi externo, y propagado rápidamente entre los residentes, mientras, mi buen amigo permaneció inmutable a las bromas y cuando le preguntaban se daba la razón (aunque yo creo que esto último era mas por seguir la broma)
Todo ese año le pusieron como chapa “Jesús”, al poco tiempo fue “Jesús, La Luz”, y al final quedó como “La Luz”.
La última vez que recordamos eso fue cuando me despedí de él, antes de venir a Japón.
-Oye, ¿Te acuerdas de la parábola de la paracentesis?-
Sin esbozar una sonrisa, me contestó, -Es que, Nam, estos muchachos no tienen fe pues-
3 comentarios:
:DDDD
Ya te contaré de otras que me pasaron a mi... estas experiencias son definitivamente una patada a la tristeza y al aburrimiento.
Amigo, te he abandonado... bueno me voy a poner a leer todos tus post AHORA... no se por que creo que o te conosco... pero tambien he escuchado sobre LA LUZ en el HNCH, o me lo conto un EX pelirrojo que tuve, quizas sea a traves de el que me se esas historias...
Seguramente, tengo amigos que fueron mis internos y externos cuyas parejas y mejores amigos estaban en el Loayza, asi que es muy posible que se haya filtrado la información, por otro lado, no solo ustedes tenían amigos, mi promoción de pregrado es la que mas residentes en Cayetano y el Loayza ha tenido en los últimos años, incluso varios de ellos quedaron y estan quedando como asistentes, asi que fácil mi compadre La Luz estuvo en boca de mucha gente en el Loayza.
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