miércoles, enero 24, 2007

Siempre vale la pena

Era sábado, diciembre del 2002, un día como cualquier otro en la emergencia tan particular de mi Hospital (Nótese que digo mi Hospital a pesar que hace casi 2 años que no trabajo ahí, y es que ese sitio ha sido mi casa por mucho tiempo), con la diferencia que los sábados el turno se acaba a mediodía, en tal sentido, estábamos corriendo con todas nuestras atenciones lo mas rápido posible para tener a nuestros pacientes listos antes del cambio de turno, y que solo nos quede recoger los resultados de los exámenes y revisarlos con el R2.

Pero como soy un queso, una hora antes del cambio de turno comenzaron a llegar paciente tras paciente, uno en peores condiciones que el anterior, un par de intoxicaciones alimentarias, dos crisis asmáticas, dos deshidratados por diarrea que no pueden tomar liquidos, el clásico paciente con TBC que desaparece de sus controles y viene con hemoptisis (tosiendo sangre) otra vez mientras no sabes que hacer porque no hay sitio para hospitalizarlo, al final lo haces esperar en una silla con su vía mientras le traen la camilla, obviamente tiene que hospitalizarse, además necesita oxigeno, el camillero se fue a almorzar y la enfermera esta administrando medicinas. Como ya eres un tigre, agarras el carrito que lleva los balones de oxígeno, que es un cochecito de fierro y bajas al sótano, entras al lugar donde están amontonados los balones y no ves a nadie, rápida y furtivamente colocas el balón en el cochecito y regresas a la emergencia, nadie te vio y no pasó nada, por ahí siempre alguna técnica que es tu pata te consigue la válvula para el balón, “prestadita nomás doctor”, -si, claro-, mientras la enfermera regresa y se da cuenta que hay un balón de mas, le pido que arregle su tablero de inventario y que le devuelva la válvula a la técnica para la próxima vez, que le debo una gaseosa, se ríe y arregla los papeles.

Entonces vuelvo al tópico y veo a una señora bien vestida en comparación al paciente promedio de mi hospital, con una aparente parálisis facial, sujetada por el esposo, mis compañeros estaban full, y parecía que la pareja ya tenia buen rato esperando, los hago pasar y veo que la señora se sujetaba del esposo, pero realmente daba la impresión de que estaba tratando de llamar la atención, toma asiento y me cuenta que el día anterior, bruscamente presenta la parálisis facial, acude a un hospital donde tienen atención por el esposo y le diagnostican parálisis facial periférica, lo que a todas luces parecía tener, le dan tratamiento y a la casa, sin embargo, durante el sábado ha notado que aunque puede levantarse de la posición sentada a parada, al hacerlo al revés no aguanta su peso y cae sentada, volvió a ese hospital y como ya tenía diagnóstico no le hicieron caso y la devolvieron a su casa, por eso acudió a nuestra emergencia; la hago caminar y realmente no parecía tener algo que llame mucho la atención, le hago el examen neurológico, y parecía tener una leve debilidad muscular en las piernas, no estaba seguro de qué podría ser, pero algo tenía.

El esposo me dijo que si la podía llevar a la casa, ante mi negativa me dijo que el podía firmarme un documento en el cual me exoneraba de cualquier responsabilidad (o sea, para que me diga eso tienen que haberlo hecho firmar ese documento anteriormente en otro lado), el R2 estaba impaciente pidiendo que liberemos el tópico, que la guardia comenzaba en cualquier momento y cuando escuchó lo del papel me miró como diciendo –ya pues, que esperas-, le pedí al esposo que por favor espere, crucé los dedos y recé para encontrar a alguien de Neuro un sábado a mediodía en el Hospital, el caso de la señora estaba un poco raro, no sabía qué era pero sabía que no se podía ir a su casa.

Y parece que alguien allá arriba (y no me refiero al 2do piso) me estaba escuchando, justo en ese momento aparece el R3 de Neuro caminando tranquilo e inocente de toda culpa, ya de salida, cuando le pase la voz y lo intercepté, me miró y puso cara de “ya fui”, y lo llevé a ver a la paciente; al principio también dudó, el examen no era claro, hasta que tras revisarla por enésima vez, encontró mayor debilidad en las piernas, -pucha Nam, esta señora se queda- (Colón, eso ya lo sé, pero no sé qué tiene), lo miro como preguntándole, y me dice que hay que hacer pruebas pero que es posible que sea un Guillain-Barré.

El Síndrome de Guillain-Barré es una enfermedad neurológica aguda que ataca al sistema nervioso periférico y provoca la parálisis de los músculos afectados, habitualmente es ascendente, primero piernas, luego abdomen, músculos respiratorios y ahí es cuando requiere manejo en una unidad de cuidados intensivos para el uso de ventilador mecánico, el paciente no ve afectado su sistema nervioso central, es decir, sus funciones cerebrales están intactas, por lo tanto todo esto le ocurre estando despierto.

El tratamiento habitual en sitios que no cuentan con un procedimiento conocido como plasmaféresis es solo mantenimiento, esperar que poco a poco el organismo vaya restableciendo sus funciones y el paciente vaya mejorando, lo cual muchas veces significa meses en condición de dependencia total, en algunos de los casos con recuperación total y otros parcial del movimiento.

El caso de la señora fue una rara variante de este síndrome, denominada Miller-Fisher, y comenzó en los nervios craneales, evolucionando en pocas horas, al día siguiente que la vimos ya la parálisis era bilateral y el siguiente a ese ya estaba en cuidados intensivos con ventilador, y fue mi mejor amigo quien la tuvo a su cargo como R2 en Cuidados Intensivos en aquellos tiempos.

Siempre que me he encontrado con este amigo neurólogo, que ahora es asistente del servicio de Neurología del Hospital, recordábamos este episodio, la verdad es que el pata examinando es un tigre, y nunca lo he visto dudar tanto y hasta sudar como esa vez, la señora era un caso realmente difícil, hubo mucha suerte, y creo que también cayo un poquito de iluminación desde arriba, era el primer caso de esos que yo veía y el segundo de este R3 en toda su carrera, para que vean lo raro que es.

La verdad es que todo inclinaba la balanza para que la señora se vaya a su casa ese día, la cantidad de gente, los pacientes de la cola que se espantaron y se fueron al ver al paciente de la hemoptisis expectorando sangre en el centro del tópico, la primera impresión que dió de estar exagerando las cosas, el esposo pidiéndome retirarse voluntariamente, mi R2 presionándome, sin embargo dentro de toda la queseada siempre quedaba el compromiso que uno tiene para con la persona que está al frente y para contigo mismo, eso nos pasó al R3 y a mi ese día.

Hay momentos en la emergencia que te obligan a tomar decisiones rápidas pero acertadas, si no lo son, te cuestan una vida, esta fue una de ellas, ha sido uno de los casos mas difíciles que me encontrado en la emergencia, no por el manejo, sino por el problema del diagnóstico, en este caso la señora traía una “etiqueta” como le decimos a un diagnóstico preestablecido no confirmado, de parálisis facial periférica, si me lo hubiera comido, chau, y encima nunca en mi vida había visto lo que tenía al frente, por fortuna el R3 apareció en mi auxilio, si el no pescaba el diagnóstico posible también chau porque no le hubieran podido reservar cama y ventilador mecánico en UCI tan rápido cuando hubiera tenido problemas para respirar. Al final el ojo clínico (la cancha), la intuición del médico (también cancha) y la prevención pudieron más que otras cosas.

Más de un año después, en abril del 2004, estaba rotando en Neuro, ya faltaba poco para ser R3, y estaba en el consultorio, cuando el ya R4 de Neurología me llama y me dice que alguien quiere saludarme, grande fue mi sorpresa al encontrar a la señora que estuvo 4 meses hospitalizada en UCI, bastante recuperada y caminando sin ayuda de bastones esta vez, me dijo que no había tenido la oportunidad de agradecerme lo de aquella vez, yo solo asentí con la cabeza, y le dije que me alegraba de verla recuperada.

Son esos momentos los que te quitan el cansancio, ver la sonrisa de la señora después de haberla visto en aquella situación tan complicada, tiene un significado muy especial, te da la fuerza para sentir que tantas noches sin dormir, las tazas de café, los puchos de amanecida, las cuadradas de los residentes de años superiores y de los asistentes y las mil queseadas en la emergencia, todo ello siempre vale la pena.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

yo siempre he tratado de agradecer a los medicos que me ayudaban

a los que me violaban con la cuenta y encima no daban con lo que tenia si no hasta haber cobrado 4 veces por lo mismo no fueron santos de mi devocion

yo prefiero mas a los medicos que son mas amigos que medicos

Gise dijo...

Caracho!! por eso me encanta este blog!!!

Saludotes

PD: ER ya fue...jejejejeje.

Laura Zaferson dijo...

que linda historia! y que instructiva! :D

Anónimo dijo...

Pucha me encanto el post! en verdad me gusta pasar de vez en cuando y ponerme al dia con lo que escribes, prometo pasar mas seguido, desde ya te voy diciendo que soy una mas de tus hinchas!!! jeejeje....

Que emocion, me imagino como te habras sentido al ver a la senhora.. que lindo :)

Queso queso queso queso!!!

MUa!!!

Gabriel dijo...

entre por recomendacion de dragon, tenia razon es muy instructiva tu historia, te vistare mas seguido amigo queso, suerte en las tierras lejanas

Sarah dijo...

Cuando algo te tinca....te tinca!
A veces creo que ya lo sabemos y eso es lo que hace switch por allí en alguna sinapsis perdida... luego, con el tiempo, esos conocimientos se van modelando como el barro del alfarero y pasan a ser parte del ojo clínico...

Te felicito por tu sabia decisión!

Saludos!

S.

Dragón del 96 dijo...

No pense captar esta sensación leyendo alguna vez. No diré que conozco el sentimiento pues salvar una vida de esa forma no es lo mismo que salvar el gatito de una niña de tres años de morir ahogado. Igual, tu carrera tiene muchas sensaciones fuertes, me lo imagino.

Slaudos.

Hempotisis... pensé que nunca volvería a escuchar esa palabra en mi vida.

Blank dijo...

Que reconfortante debe de ser para un doctor ver una sonrisa en un paciente y saber que es causante directo de esa felicidad. Muy buen post, ojala todos los doctores en todo el mundo aprecien esas sonrisas. Te sigo leyendo. :)

la homiguita lucida dijo...

me ha gustado mucho tu post
Yo nunca fui a emergencia, pero puedeo imaginarme como es para ti esa labor.
admiro mucho a los medicos
como has llegado a japon?
con la becas de la embajada?

Ana dijo...

Que lindo Post, de verdad que la vida de un medico, tiene muchas experiencias de todo tipo verdad??
Estos son los medicos que valen la pena caray!!

un saludo de tu amiga y paciente blogera turuleca..Ana Lucia!!..
GRACIAS NAMITO, por todo, por tomarte el tiempo de ayudarme a comprender un poco lo que podia tener, porque la verdad, la mas maricona, ya estaba toda palteadaaaa
:o(

SALUDOS!!

Ana dijo...

acabo de dejar un comentario aca...se habra borrado??

Ana dijo...

creo que se borro, te decia que :lindo post, ser medico implica tener experiencias de todo tipo y a veces realmente muy fuertes!! y esos son los medicos que valen la pena caray!!
Gracais Namito por todo, por tomarte el tiempo en decirme mas o menos lo que podia tener, porque estaba recontra asustada.. :o(

Gracias ;o)

Nam dijo...

Alfredo: Ese es un claro ejemplo que la relación entre el médico y su paciente no debe ser vertical, el paciente se siente mas cómodo y confía mas en el médico, muchas veces los médicos pecamos de prepotentes y de que lo sabemos todo, lo cual lamentablemente no es cierto, llegando a cometer errores para no perder al paciente o para no quedar mal. Personalmente yo prefiero conversar con mi paciente aunque con respeto, pero de manera bastante informal, y cuando no se, no me hago paltas, les digo que no se, y si veo que no es paciente para mi, lo derivo a donde debe ir, total, todo es por beneficio del paciente.

Gigi: Gracias por el comentario, me has hecho recordar un correo que le envié a una Doctora que ha sido mi profesora y ahora es muy amiga mía donde le decía que si nosotros tuviéramos en el Perú solo un tercio de la tecnología de punta de otros países cuan diferente sería todo, y añadiendola al nivel de la enseñanza de la medicina en el Perú que es muy bueno, no sería como ER, sería mejor.

Laurita: Que bueno que te haya gustado, siempre es grato tener tu visita.

Truly: ¿Hincha? wow, gracias. Aunque suene un poco trillado al menos para mí la mayor satisfacción que tiene esta carrera es el paciente recuperado con una sonrisa en la cara dandote la mano, y las maravillas que hace en tu ánimo una sola palabra como gracias.

Gabriel: Las puertas de este humilde blog estan abiertas, ten la confianza de visitarlo cuando desees, gracias por tu comentario y los buenos deseos.

Sarah: Creo que no lo hubiera podido decir mejor, hay algo dentro de nosotros que no puedo explicar bien que nos dice que algo no esta bien, ya con el tiempo aprendes a identificar ese algo, y después hasta lo ves de una sola pasada, cuantas veces uno de los antiguos maestros nos ha dejado boca abierta con su ojo clínico, y la verdad es que con el tiempo mejora, y mucho.

Dragón: La vocación de servicio y las ganas de ayudar es una cualidad que supongo que viene dentro del paquete, mucha gente la desarrolla de diferentes maneras, una de ellas es ayudar a la gente en problemas como fue tu caso. En el mío pues nosotros tenemos nuestra propia manera de ayudar a la gente, aunque si, dependiendo de lo que uno hace hay muchas emociones fuertes, a veces es difícil lidiar con ellas pero hay que hacerlo para tener la mente clara y poder enfocar el verdadero problema.

jclicious: Bienvenida al blog, y si, es sumamente reconfortante, aún recuerdo la primera vez que tuve esa sensación, cuando te das cuenta que no te equivocaste y que es eso lo que quieres hacer por el resto de tu vida y que bien vale la pena todo el esfuerzo.

Hormiguita: Gracias y bienvenida, si, una vez que acabé mi especialidad en Medicina Interna vine aquí a Japón a través de las becas de Postgrado de la Embajada, ahora estoy haciendo un Doctorado en Medicina Cardiovascular.

Ana Lucía: Me alegra muchísimo volver a leerte amiga mía y saber que ya estas mejor, como te dije, estoy para servirte, para eso estan los amigos.
No apareció tu comentario porque tengo el sistema de autorización de comments, a veces llegan spam, incluso de otros blogs vendiendo cosas, asi que los filtro. Ahí te pongo los tres comentarios :)

Yani dijo...

hola Nam,

es muy difícil irse sin comentar largo sobre tu post.

una tarde de sábado en la emergencia de un hospital de la av. grau, conocí a quien es hoy un gran amigo. Mi papá entraba por una peritonitis química -como anécdota: el xr se lo quedó el MD que diagnosticó horas antes, porque 'era perfecta para una clase'

mi papi fue operado ese mismo día y en un mes salía bastante recuperado. Nunca dejaré de agradecerle a un jovencísimo Adrián, aka Chicho, por ayudar a salvarle la vida a ese desconocido, que era mi padre

supongo que es el amor a la carrera y mil razones más que hacen cumplir con el deber profesional que otros olvidan.


un abrazo sentido mi querido Nam,
yanina

pd. Chicho ha terminado el Phd en inmunología en Rotterdam. Ahora trabaja salvando -más- vidas en España

Anónimo dijo...



Pase por aqui para ver si hay algo nuevo, me gustan mucho tus historias, de verdad que tu profesion es una de las mas nobles, importantes, super necesarias, bonitas y satisfactorias del planeta...

Mucha suerte en todo, te seguire leyendo... (siii soy tu hincha, jeje)

Cuidate bastante.

Mua!

Anónimo dijo...


Cheeseeeee!!!

me encanta, me encanta! me encanta!

Mua! muchos besos..

Como un burro amarrado... dijo...

Muy buen post...y muy bien por ti por brindar esa atención, por esmerarte un poco más y por confiar en tus instintos.