miércoles, mayo 23, 2007

Una piedra en el camino

Estuve alejado del mundo de los blogs por unas semanas debido a que se acaba de iniciar un proyecto grande que estaba esperando desde hace un tiempo en el laboratorio, cuando me di cuenta ya había pasado una semana y no había leído posts ni hecho ninguno, y al poco tiempo ya habían pasado dos, y así sucesivamente, hace unos días en un descanso escribí dos posts, pero como los hice en la laptop del laboratorio (que no tiene acentos), tenia que tomarme el trabajo de pasarlos a mi maquina, y eso dejó a los mencionados posts en el limbo del cual espero recuperarlos en algún momento.
Ahora les quiero contar de un caso cuya particularidad es que el paciente en cuestión es nada menos que quien les escribe, si, los médicos también nos enfermamos.
Corría el verano del 2005, R3 de Medicina Interna en ese momento rotando en Piso, Jefe de Residentes del Departamento de Medicina del Hospital, con todas las cargas académicas y administrativas que eso implica, que fulanito no vino, que zutanito llego tarde a la guardia, que los residentes de emergencia no se dan abasto, que el cirujano no viene a ver al paciente, que la reunión de tal día todavía no tiene expositor, que te llaman de Jefatura, de la Dirección, y una larga lista de etcéteras que obviamente no voy a mencionar para no estresarme.
Un día miércoles en la tarde, salía de piso directo a la Ronda de Cardiología, y a medio camino un ligero dolor en la espalda llamó mi atención, fue súbito, intenso, pero como andaba con mil cosas en la cabeza, seguí caminando y pensando en lo que había que hacer, al llegar al auditorio me llaman los residentes de cardiología, hay una angioplastía y el asistente que debe estar en la reunión ha entrado a sala de cateterismos, doy por suspendida la reunión y les informo a los residentes, sigo con el dolor que esta vez se hace mas intenso y me dificulta caminar, lo hago pero un poco inclinado y tomándome la región lumbar con la mano derecha, aun queriendo creer que era solo un “dolorcito” aunque era obvio que no, fui a la emergencia, donde me tomé unas pruebas, confirmándose mi mayor temor: cólico renal, urolitiasis, o cálculos en los riñones, como quieran llamarlo.
Cuando el dolor se agudizó tuve que apoyarme en una camilla, aunque la verdad el dolor es tan intenso que no existe una posición que lo calme, dicen que es un dolor comparable a los dolores del parto, de ser así, mis respetos a todas aquellas mujeres que han tenido partos normales; el asistente me obligó a sentarme y me pusieron un opiáceo para el dolor (y me plancharon) con ello calmó y aunque estuve fuera de combate unas horas, a las 7 de la noche ya estuve en condiciones de pasar una pequeña visita en el piso para enterarme que había pasado en mi ausencia, al irme a mi casa, me dejé la vía puesta en el brazo, hombre precavido vale por dos, el dolor me asaltó en la madrugada y tuve que recurrir nuevamente a un potente analgésico.
La urolitiasis, o cálculos en la vía urinaria, es una enfermedad bastante frecuente, ocurre cuando hay un excesivo depósito de cristales en la vía urinaria, preferiblemente en los cálices renales y se comienzan a formar estructuras sólidas que llegan en muchos casos a obstruir total o parcialmente el flujo de orina de ese lado.
Cuando el calculo formado es empujado por la orina y sale del riñón, pasa a través del uréter (conducto que comunica el riñón con la vejiga), donde puede lesionar el interior del mismo, provocando un pequeño sangrado que puede o no verse en la orina, dependiendo de la intensidad del mismo.
Por otro lado, el pasaje del calculo a través del uréter no es rápido, sino que toma su tiempo, las fibras musculares del uréter van empujando el calculo hacia la vejiga, mientras la orina se va acumulando, dilatando el ureter por la cantidad de volumen que hay por encima del calculo, esta dilatación es la que provoca el dolor intenso, lancinante y característico del cólico renal.
El tratamiento consiste en calmar el dolor, hidratar al paciente y esperar que el uréter haga su trabajo y elimine el calculo hacia la vejiga, momento en que el dolor cede, para luego convertirse en una ligera molestia previa a la expulsión del calculo durante la micción.
Este episodio fue traído a colación que el Domingo de la semana pasada, casi dos años después del primer episodio, el lado izquierdo de mi aparato excretor me jugó otra vez una mala pasada, si bien esta vez no fue en el Hospital, el dolor fue mas intenso, tanto como para pensar en meterte un cabezaso contra una pared de ladrillos sin tarrajear para ver que duele mas, afortunadamente si bien yo no ejerzo aquí, los colegas japoneses de mi laboratorio si, un amigo me llevo a su Clínica donde recibí unos calmantes y unos días después el calculo con forma de estrella ninja (es que estamos en Japón pues) finalmente salió.
No todas las piedras en el camino son necesariamente metafóricas, algunas incluso están literalmente dentro de uno, sin embargo, liberarse de ellas y enfrentar la adversidad que suponen siempre es una respuesta común, para todas las piedras que uno encuentra en el rumbo que haya decidido, literales o no.

Gracias a todos por sus saludos mientras estuve ausente, aqui estan las señales de vida, prometo ponerme al día en sus blogs.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Yeeeeeeeeeeeeee!!!

Namcito Pechocho Volviooooo!!!
Oye que pena todo lo que pasaste..
ese dia que hablamos pense que estabas bromeando, pero pobechito como te habra dolido..
Espero no sufrir de eso, porque simplemente se ve "Ouch"



Cuidate mucho
y no te pierdassss!!
(ya no tengo a quien molestar jijiji.. mentiraaaaaa!)

Tu amiguita linda preciosa...
osea Yo
(como que quien yo?... yo pes La Trula)


MUa!

Dragón del 96 dijo...

Que miedo, no me imaginaba lo doloroso que eso podría ser. He tenido pocos amigos y/o conocidos con ese problema, pero al parecer es mas comun de lo que yo creo.

Y yo si creía que los doctores no se enfermaban.

Slaudos.

Ana dijo...

siiiiiiiiii, pero me han dicho que duele la vida, cuando van a hacer pipi y sale el calculo, le paso a un Tripulante en Miami, fue terrible dice,, pobrecito, cuando me contaron el dolor del hombre, su cara,, de verdad, que toda mi solidaridad con el,,,

BIENVENIDO y no nos abandones tanto peeeeeee

El perro andaluz dijo...

Yo tuve cálculos y sé de que hablas. Los dolores son indescriptibles y tenía siempre conmigo una ampolla de plidan compuesto que era lo único que me aliviaba. Pude expulsar la piedrita esa pero aquí en Perúlandia felizmente existe la "cola de caballo", la "chancapiedra" y demás hierbas que ayudaron a la mejoría.
Si no te cuidas pueden aparecer de nuevo, a mi me paso.
No te pierdas.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Me han comentado que ese dolor es terrrrrrible...
Que bueno que estes de regreso..
Saludos

Anónimo dijo...

yo creo que tuve algo asi hace unos meses aca en atlanta

tiene algo que ver la falta de ejercicio?

mi viejo me saco siempre el mismo tema

que si andas menos activo eres mas propenso

-0-

sabes... habia habierto tu pagina hacia una semana y no comente no me acuerdo porque...

en fin

que bueno que regresaras Nam

y si son los ejercicios

pues algo tienes que hacer


un abrazo

Peruaner brauchen Dich! dijo...

Uy Nam!!! Ya me imagino lo que te debe haber dolido... la vida... pero felizmente ya estas bien... y que grande es el riesgo de que vuelvas a formar otro calculo???
(Disculpando la ignorancia, pero espero que CERO) Bueno pues estuve pasando de vez en cuando, me imagine de todo, que estabas enfermo, que te habias ido a peru, pero lo bueno es que ya estas de vuelta. Bienvenido...
Maria Elena

Anónimo dijo...

Lo que falta son los famosos "Sexercises" jijiji


- Quien habla no>?

Ursula dijo...

Pobechito, qué dolor debes haber sentido... Pero lo importante es que la piedra ya salió y ahora estás bien...

Saludos