martes, agosto 22, 2006

Lluvia


Amaneció nublado, un gris endeble y triste, que me hizo recordar a mi Lima en esos 9 meses que no se ve el sol mas que por la tele, desde el balcón de mi habitación pude apreciar la tristeza del ambiente, la monotonía de un mundo ajeno y la triste desesperanza de quienes quieren volver la mirada hacia un lugar diferente, pude sentir ese cielo gris vacío, sin alma, sin movimiento.
De repente, el panorama cambio, grandes nubes negras oscurecieron ese pálido cielo gris, cubriendo de tinieblas el triste mediodía, encogiendo el alma y el corazón de su lamento; acompañándose de un llanto intermitente, pobre, sin fuerzas, que caía sobre el frío suelo de mi balcón.
Fue entonces cuando se vio una poderosa energía viniendo de aquel mismo firmamento, una fugaz expresión de rebeldía a esa oscuridad, acompañada tardíamente por un grito ensordecedor, de protesta, de lucha, el fragor de una batalla eterna, el despertar de un cielo sumido en el mas profundo silencio, y un llanto terrible que busca limpiar las mejillas de una soledad absoluta, distante, la expiación de culpas ajenas y propias, el desconocimiento de su propia naturaleza.
Tras aquel episodio funesto, he aquí que ingreso al escenario un discreto haz de luz, una sonrisa entre aquel luto forzado, que poco a poco fue ganando fuerzas, arrastrando las nubes negras fuera de este campo visual, dejando ver lo que siempre hubo tras ellas, un azul claro, infinito, vigilante, que deja alegremente pasar la luz de un sol resplandeciente, en un brillante mediodía en un lugar muy lejano, al otro lado del mar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Oh My GOd!!!
Nam this is amazing!!
It's so beautiful..
Pude sentir muchas cosas..
pude ver como el cielo cambiaba de color,
pude sentir la melancolia
y pude estar ahi!
Carajo! me quedo sin palabras...
esto es simplemente

Bello.


Un besote..
... pucha, no sabes como me has dejado


Ves?
Es tu culpa.