sábado, junio 20, 2009

Bunraku

Como parte de sus programas de apoyo al estudiante extranjero, las universidades en Japón muchas veces consiguen pases y entradas para acudir a museos, castillos, así como a ciertos eventos culturales.
Pues bien, hace una semana recibí una entrada para asistir a una función de bunraku, un espectáculo tradicional de marionetas, originario de la región de Kansai (Osaka Kyoto y Kobe), era algo que, de acuerdo a unos amigos del laboratorio, no debía perderme; así que separé fecha y el sábado pasado asistí al Teatro Nacional de bunraku (en Osaka) para la función.
Para empezar, hay que saber qué el es bunraku, en el folleto que tomé del Teatro mencionan lo siguiente:
“El bunraku es una representación artística tradicional japonesa, designada Patrimonio Intangible por la UNESCO el 2003. Es una representación que requiere una colaboración muy cercana entre sus partes, sincronizando la recitación narrativa, la música de shamisen (instrumento de cuerda tradicional) y el arte de las marionetas.
Los orígenes al presente datan del siglo XVII cuando antiguos shows de marionetas (ayatsuri ningyo) se integraron a la narrativa medieval”…”El narrador (tayu) y el ejecutor del shamisen, en posiciones gemelas, parecen intentar estar por encima del otro en virtuosismo a medida que traen la narrativa dramática a escena. Pero de hecho están en perfecto unísono, ninguno guía o sigue al otro. Su remarcable sincronización es vital para este arte, e involucra técnicas sofisticadas de control de la respiración.
Se necesitan 3 operadores de marionetas por cada una de ellas, haciendo esta actividad única en este arte. No es sorprendente entonces que sus sutiles movimientos sean capaces de mostrar expresiones enriquecidas, haciendo que cada pedazo de ellas parezca hecha por un actor de carne y hueso. Las marionetas son guardadas en piezas, con sus cabezas y vestidos guardados por separado. Para cada producción son reconstruidas, los miembros se ensamblan con los torsos, se visten y se fija el cabello, cada marionetista se encarga de su propia marioneta”…
En realidad es una experiencia única, no tengo fotos del evento ya que está terminantemente prohibido tomar fotos o videos de la presentación, sin embargo aquí hay una foto que he tomado de la Enciclopedia Británica, donde se puede observar al marionetista principal quien esta con la cabeza descubierta, que guía la cabeza y el brazo derecho de la marioneta, y los secundarios que están totalmente cubiertos de negro, uno guía el brazo izquierdo y el otro las piernas.

Por otro lado, los marionetistas no son quienes le dan sonido a la actuación, sino que a un costado del escenario, se encuentran los dos personajes a los que se refiere el folleto, el narrador quien tiene el guión de la obra y va leyéndola, dándole voces con distintas emociones a cada uno de los personajes, así como haciendo la “narración en off”, y el ejecutor del shamisen, quien lleva el ritmo y da todo el efecto musical que la obra requiere, ambos actuando al mismo tiempo a tal punto que a veces uno no sabe que es lo mas impresionante, o los movimientos perfectos de las marionetas o la perfecta armonía entre estos dos personajes.

Tomado de aqui

He de ser sincero y confesar que no soy un admirador constante del teatro por múltiples razones, aunque las pocas veces que he asistido lo he disfrutado mucho; este espectáculo sin embargo a mi modesto parecer va un poco mas allá del papel interpretativo (por mas perfecto que este sea y sin intentar ofender) de un actor, lo curioso del caso es que incluso aquí, en el arte, la sincronización y la perfección, tan arraigados en la cultura japonesa, son mas que evidentes.

Y además de ello, la transmisión de emociones que fluye del escenario hacia los espectadores, independientemente de si entiendes el idioma o no, crea un vínculo que pareciera dejar una sensación de bienestar en ambas partes, aquella que muestra su arte, y aquella que al terminar la función y salir del teatro queda agradecida y con una sonrisa en los labios por la sensación de haber presenciado un espectáculo único en su genero.