En este blog muchas veces muestro cosas que han pasado en mi vida dentro del Hospital cuando hacía mi residencia en Lima, historias de pacientes, casos, residentes, y anécdotas que de una u otra manera colaboraron en mi formación como especialista en Medicina Interna, aunque de esto ya han pasado casi dos años.
Así que les cuento mejor un poco de lo que hago aquí en Japón, no es tan llamativo como correr en una emergencia y agarrar un desfibrilador pero tiene su atractivo.
Venir a estas lejanas tierras de oriente, al pueblo del sol naciente, fue una decisión basada en la idea de que mi labor académica debía crecer un poco, y dado que un campo que me agrada muchísimo son las enfermedades cardiovasculares, decidí que mi siguiente paso debería ser un Postgrado en Enfermedades Cardiovasculares, decisión en la que mi ascendencia japonesa no tuvo nada que ver, sino mas bien la información que había recogido previamente acerca de la investigación, publicaciones y posibilidades de financiamiento, de esta manera estoy aquí haciendo un Doctorado en Enfermedades Cardiovasculares con mención en Aterosclerosis por medio de una beca del Gobierno Japonés a través de su Embajada en el Perú.
Como saben el corazón es el órgano que se encarga de bombear la sangre a los diferentes lugares del cuerpo, su mal funcionamiento indicaría que la sangre, y por consiguiente el oxigeno que hay en ella no llegan a los diferentes órganos de manera que éstos no pueden cumplir sus funciones de manera adecuada y en algunos casos hasta las pierden permanentemente.
Dado que el corazón esta conformado por células, para ser mas preciso, células musculares en su gran mayoría, necesita también oxígeno para cumplir su función, este oxígeno es suministrado por la sangre a través de las famosas arterias coronarias, las cuales por medio de sus ramificaciones en el interior del corazón, hacen que el oxígeno llegue hasta el rincón mas íntimo de nuestro noble amigo.
Sin embargo, ocurre que con el tiempo, estas arterias coronarias sufren un constante deposito de material orgánico, principalmente de origen graso: Colesterol, ácidos grasos, que asociadas a cambios en la función de la capa de la arteria en contacto con la sangre llamada endotelio, pueden llegar a obstruirla parcialmente primero, y totalmente después, provocando síntomas como dolor de pecho, cansancio, etc.
Al no llegar sangre, y por lo tanto oxígeno a las células cardiacas, estas mueren, a esto se le conoce como infarto cardiaco, dependiendo de la arteria afectada se verá involucrada mayor o menor cantidad de tejido, claro está que si el tejido cardiaco muere, esa parte del corazón ya no participa en el bombeo, e incluso todo el corazón puede dejar de funcionar.
Pues bien, el proceso por el cual se deposita este material orgánico en las arterias se llama aterosclerosis, y en el participan ácidos grasos, proteínas transportadoras, lipoproteínas, e infinidad de otras moléculas, incluido el colesterol, algunas de las cuales son factores de riesgo muy importantes para desarrollar enfermedad cardiovascular.
Ahí es donde entramos nosotros, nuestra pequeña colaboración en este amplio universo de investigación en enfermedad cardiovascular consiste en desarrollar nuevas propuestas, técnicas y hallar nuevas alternativas de tratamiento para este flagelo del mundo moderno, enfocados en el colesterol HDL (High density lipoprotein) o como se le conoce comúnmente “colesterol bueno” que ha demostrado ser un importante factor favorable para la protección contra la enfermedad coronaria.
Para ello se trabaja con cultivos celulares, y también con animales de laboratorio, ya que estamos en las primeras fases de cualquier investigación alrededor de nuevos métodos de detección, mecanismos de acción y nuevos medicamentos.
Al mismo tiempo, no se puede estar alejado de la practica clínica, una vez a la semana Sala de Cateterismos y al menos un par de veces a la semana hay que ir a las visitas médicas a pacientes en el Piso de Medicina Interna del Hospital Universitario, uno de los mas grandes y equipados de la ciudad, y ahí se puede comprobar que definitivamente en tecnología están mas que adelantados a nosotros, valga la redundancia, en tecnología y creo que en nada mas.
La investigación, como dice aquí uno de mis profesores, “Te permite hacer algo que la práctica clínica no te puede brindar, en el Hospital cuando encuentras una solución, salvas una vida, en cambio cuando en el laboratorio encuentras la respuesta a lo que estabas buscando, puedes salvar muchas, te sientes reconfortado, te dan ganas de continuar y siempre que quieras puedes volver al Hospital”
Se nos ha enseñado que el médico es asistencial, es investigador y es docente, mi vida y mi escuela en el Perú me enseñaron a ser asistencial, y me lo enseñaron muy bien, también me mostraron la investigación aunque sin llegar a formar parte de ella, no al menos en lo que me gusta; ahora en este lugar tan lejano de mi casa estoy aprendiendo que puedo ser investigador, diariamente busco alguna respuesta a las muchas preguntas que se formulan en mi cabeza, día a día en ensayo y error, y solo el tiempo me dirá si todo esto que ahora me hace darme cabezazos contra la pared de vez en cuando me servirá para ayudar como docente a otros en su búsqueda, así como yo tuve y tengo generosos profesores y amigos que me ayudaron y ayudan en la mía.
Venir a Japón ha sido una de las decisiones mas cuestionadas que he tenido en toda mi carrera, ahora aquí, a mitad del camino solo puedo decir que todas las decisiones son cuestionables si las miras con el vaso medio vacío, me he dado cuenta que además de darme un grado académico, que es a lo que vine, es una experiencia enriquecedora en términos de mirar de otra manera la medicina, al paciente y al médico, y otra manera de conocerse a uno mismo.
La idea es continuar el camino aprendido y señalado, mirando nuestro norte e insistiendo en lo que uno cree.
Sir William Osler dijo una vez "Haber dado todo, haber hecho el esfuerzo, haber sido consecuente a ciertos ideales…por solo esto vale la pena la lucha."
Así es, perseverancia y seguir ese camino, ese solo hecho vale la pena.